Soluciones para mantener la energía estable durante una reforma

Reformar una vivienda no es una tarea sencilla. Planificar y ejecutar obras en un edificio para darle un lavado de cara supone prestar atención a numerosos factores. Detalles que, en el caso de no ser profesionales del sector, pueden pasarse por alto fácilmente. No obstante, resultan cruciales para llevar el trabajo a buen término.

La rapidez y eficiencia de una reforma, siempre tediosa y muchas veces desesperante, depende directamente de la organización de los recursos necesarios para llevarla a cabo así como del orden de las labores a realizar. Una buena planificación puede ahorrar muchas horas de trabajo.

Previamente al comienzo de la reforma, es muy recomendable definir los objetivos de la reforma y un presupuesto y tener en cuenta todo lo que hemos tratado en esta web:

  • Contratar a profesionales o asegurarse de contar con los conocimientos necesarios para la obra que se llevará a cabo.
  • Lograr los permisos o licencias requeridas por parte de la autoridad competente.
  • Diseñar y planificar la remodelación a través de planos que tengan en cuenta desde la distribución de espacios
  • Enumerar los materiales y herramientas necesarias.

Todo ello, sin olvidar designar un cronograma de trabajo y preparar el espacio a reformar para que sea seguro y para que no arruine aquellos espacios o elementos que no van a tocarse durante la obra.

Planificación de materiales, herramientas y equipos auxiliares

Atendiendo a esta serie de pasos, es común pensar que una de las fases previas a la reforma más complejas es la que tiene que ver con la planificación de la remodelación y los materiales y herramientas requeridas para llevarla a cabo de manera óptima.

Y es que cualquier imprevisto o necesidad no vista con anterioridad puede significar semanas de retraso en una reforma, algo que siempre se pretenderá evitar. Así, cada proceso que vaya a realizarse durante la reforma debe estar contemplado junto con el material y herramienta que requerirá en el momento de su puesta en marcha.

Cada reforma es un mundo, demandando materiales y herramientas diversas. No obstante, existen algunos materiales que son comunes a todas ellas. Ejemplo de ello son materiales de construcción como cemento, ladrillos, arena, placas de yeso o aislantes; revestimientos como azulejos, madera o baldosas; carpintería como madera estructural, puertas o rodapiés; instalaciones eléctricas como cables o enchufes; fontanería como tuberías, grifos o bombas de agua; y acabados como molduras y otros accesorios.

En lo que respecta a las herramientas para una reforma, también las hay comunes a cualquier remodelación. Algunos ejemplos son martillos, destornilladores, alicates, niveles, pinceles, brochas, taladros, lijadoras, fresadoras, sierras de toda clase, medidores láser, calibradores… Así como elementos destinados a la protección como cascos, gafas, guantes, mascarillas, protectores auditivos, calzado de seguridad, etc.

Además, algo que no puede faltar en cualquier proceso de reforma es hacerse con un generador eléctrico o contratar el alquiler de grupos electrógenos para garantizar el suministro de electricidad durante toda la vida de la renovación.

La importancia de contar con grupos electrógenos

El flujo de energía durante una reforma puede ser en ocasiones inestable.

Durante el transcurso de las obras es muy probable que se haga necesario interrumpir el suministro eléctrico de forma intencionada en varias ocasiones para llevar a cabo trabajos en la instalación eléctrica del edificio.

No obstante, las herramientas empleadas para realizar estos y otros trabajos deben seguir funcionando en cualquier circunstancia. Y para ello, el uso de grupos electrógenos es imprescindible.

Los generadores eléctricos permiten garantizar el ujo de enera en todo momento. A su vez, aseguran el funcionamiento de herramientas sensibles a las fluctuaciones de voltaje o que requieren de una alimentación estable. Ejemplos de estas herramientas pueden ser sistemas de climatización o refrigeración, ordenadores o equipos de medición. Asimismo, los grupos electrógenos garantizan la seguridad en el trabajo alimentando sistemas como alarmas o iluminación de emergencia. Con su uso, cualquier sistema o herramienta imprescindible para la reforma puede seguir operativa incluso cuando se haya producido un corte en el suministro eléctrico principal.

No hay que olvidar que, por otro lado, muchas reformas se llevan a cabo en espacios sin acceso a electricidad. En estos casos se hace más necesario que nunca el uso de un generador eléctrico que proporcione energía temporal. De esta manera, la maquinaria y herramientas empleadas en la rehabilitación del espacio pueden operar ininterrumpidamente. Además, su instalación garantizará la seguridad de los trabajadores y de su entorno a la vez que acelerará el cronograma de la reforma.

Cada proyecto de reforma es único, pero si algo tienen todos en común, en definitiva, es su necesidad de planificación y organización previa para que lleguen a término con éxito. Utilizar los materiales y herramientas idóneos para cada proceso y garantizar su funcionamiento a través de un flujo de energía eléctrica constante incluso en la circunstancias más complejas es imprescindible para ofrecer un resultado profesional, rápido y de calidad.